¡Donde deja un peregrino inmortal su ofrenda!
¡Donde deja un peregrino inmortal su ofrenda!
Huele a ti el perfume que trastorna,
es esta pasión que no ceja
y desnuda todo el amor mío,
tú tan latente eres que cada palpito
de golpe dice en el sentir...
¡Bendito mío heme aquí siempre dentro de ti!
Y entre llamas
sin el cuerpo que despliegue tal principio,
desprovisto del brillo de tus ojos
este yo pequeño,
tabernáculo de algo grande
no deje descansar la noche,
y en el día tu rostro de mil caras
le descubra néctar de unos labios
susurrando en giros escondidos,
Tú eres mío…
Por tal espejo pague el precio mi ignorancia
y veloces las palabras
cobren el importe de tamaña duda innecesaria…
¡Viva cisne la gracia coronada en belleza que al viento regala batiendo alas!
Maht-16-10-2007-22.00hrs
Soy creador en tinieblas encanadas
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